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18 diciembre, 2005

Pensando en voz alta

Esta es una sociedad machista y patriarcal, y por tanto la discriminación contra las mujeres no es preciso demostrarla. En consecuencia debe bastar, por parte de ellas, con proclamar que ocupan un bajo porcentaje de los puestos de dirección, en tal o cual sector, para que ese mero enunciado no sólo mantenga viva la conciencia de discriminación, sino que inmediatamente deban aprestarse las medidas que pongan remedio a tal situación. Y eso sin importar los obstáculos a remover: sistemas de promoción, méritos, lo que haga falta. Que eso se haga en contra de los hombres no deja de ser un pequeño mal necesario. A mi, sin embargo se me ocurren algunas preguntas.

¿Por qué Rosa Aguilar no quiere asumir la presidencia de I.U.?
¿Por qué no hay parecido número de militantes mujeres que hombres en partidos y en sindicatos? ¿Qué obstáculo discriminatorio les está impidiendo esa militancia? ¿Por qué no proceder a eliminar esos obstáculos o a favorecer la militancia de las mismas, y en su lugar se opta por la cooptación, la promoción sin etapas y ya en el plano exterior se propugna la paridad? ¿Y si resultase que, como consecuencia de esa paridad las mujeres deciden hacer un mal uso de su puesto y usarlo prioritariamente para promover medidas a favor de las de su sexo, olvidando el carácter general que debe tener la representación política? ¿Por qué la lucha contra la discriminación de la mujer conlleva siempre la adopción de métodos, procedimientos, derechos, etc. que no guardan relación con los mecanismos de lucha contra otros colectivos desfavorecido como puedan ser los negros, gitanos, discapacitados, etc. ?

¿Por qué siendo las mujeres mayoría en los claustros de los institutos y en los colegios, tan pocas de ellas ocupan los cargos directivos?

¿Por qué tantas mujeres con título universitario deciden no trabajar y dedicarse al cuidado de sus hijos?

¿Por qué, mujeres que han alcanzado puestos de la máxima responsabilidad en empresas grandes y pequeñas, deciden jubilarse a edades muy tempranas para dedicarse a vivir la vida?

¿Por qué siendo mayoría en la educación tan pocas de ellas participan en los foros en los que se discute de educación y su aportación brilla por su ausencia?

¿Qué se quiere decir cuando un titular de prensa anuncia algo así como: a pesar de ser mayoría de licenciadas, las mujeres no ocupan más que no sé que porcentaje de cargos directivos? ¿Se querrá decir que alguien les usurpa el puesto, que los que están lo hacen de forma ilegítima, que los hombres se confabulan para que no entren mujeres? ¿Se deben revisar los procedimientos de promoción? ¿por cuáles se sustituirían? O mejor sería que no existiesen y los nombramiento pudieran hacerse de forma arbitraria

Si existe conflicto allí donde los hombres y las mujeres concurren a los mismo puestos lo lógico sería fijar una norma no discriminatoria y observar que se aplique, lo que no es de recibo es que sencillamente se siembre la sospecha o se pretenda actuar al margen de las normas y los procedimientos.

Por lo demás todos tenemos experiencias personales en nuestras casas, en los trabajos, en la vida, que ponen claramente en tela de juicio esa pretendida discriminación o relegación a puestos de segundo orden. Qué lugar ocupan las mujeres en los hogares, frente a los hijos, en la calle..... ¿ Es verdad que las mujeres que nos rodean son de otra madera y resultan admirables como compañeras de trabajo, vecinas, conocidas... a gran distancia de los hombres? Esto al menos es lo que se nos vende desde todos los rincones.

En unas declaraciones recientes la presidenta del Tribunal Constitucional anunciaba que no se había recibido en el citado tribunal ni una sola denuncia por discriminación laboral de las mujeres.... sin embargo, leyendo la prensa parecería que esto estuviera sucediendo a mansalva, todos los días, en todas partes.

¿Por cierto nadie ha detectado lugares en los que las mujeres siendo mayoría actúan de forma discriminatoria? ¿Las mujeres empresarias aplican políticas de discriminación laboral?

Yo estoy sorprendido porque, con muy honrosas excepciones, las mujeres que escriben en los periódicos que leo, se ocupan muy mayoritariamente de la defensa de su mundo femenino, como si de otros fuera el ocuparse de lo de todos y cuando digo todos, quiero decir todos y todas, hombres y mujeres, niños y niñas.

Algún día habrá que enfrentarse a la cuestión de, si es de recibo que las mujeres atiendan a lo suyo porque ya otros se ocuparán de lo de todos.

Leí recientemente un artículo en que una escritora se quejaba y se preguntaba, por qué las azafatas de congreso siempre eran mujeres: de pie todo el día, mostrando una sonrisa forzada.... En ese momento me acordé del repartidor de pizzas que me había acercado una hacía escasos momentos y el tiempo era de perros, hacia frío, llovía...... Pensé que quizá dando dos vueltas a nuestros pensamientos encontraríamos que hay para todos..... y para todas.
Lo que no es de recibo es el tratamiento que se está haciendo de todos estos asuntos en la España de hoy.



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