Twittear

16 febrero, 2007

Los juegos y los hombres

De la web de Ivon Dallaire he sacado lo que va a continuación. La traducción es mía. http://www.optionsante.com/yd_articles.php?mag=&edge=5

Los juegos y los hombres

¿Cuál es la principal diferencia entre los jóvenes y los hombres? ¡El precio de los juguetes! Lo que parece un chiste encierra de hecho la naturaleza profunda de lo masculino : el juego. Al hombre le gusta jugar; el hombre sano toma todo como un juego : los deportes, desde luego, pero también el trabajo, la política, la economía y los amores. Incluso la sexualidad. ¿Quiere esto decir que los hombres son niños grandes?

La naturaleza del juego

El juego se define como una actividad física o intelectual no impuesta y gratuita, a la cual uno se entrega para divertirse y obtener placer. No es este el ideal de todo hombre : hacer lo que quiere, cuando el quiere, sin que haga lo que haga, le sea impuesto, con un sólo objetivo : obtener placer. No vayáis a creer que siempre, el hombre toma todo a la ligera, pues para él el juego es una cosa seria : es una actividad sometida a reglas, generalmente convencionales, y que implican un ganador y un perdedor, y en la cual el hombre demuestra su capacidad física e intelectual. Es el mejor, o el que conoce mejor las reglas, quien gana, incluso si, a veces, interviene el azar.

Juego de chicos,juego de chicas

Las chicas también juegan, pero no de la misma manera : mientras que las chicas juegan juegos de roles (muñecas Barbie y Ken, médico y enfermera, papá y mamá), los chicos prefieren los juegos de reglas : dos equipos, un balón y el establecimiento de reglas, las del fútbol, del baloncesto, del balonvolea. La definición precisa de las reglas en los diferentes juegos da nacimiento a numerosas disputas, pero los chicos parecen sentir tanto placer discutiendo las reglas como jugando al juego. Por el contrario, para evitar que el juego no degenere, los chicos han inventado una función : el arbitraje. El arbitro es, generalmente, aquel que mejor conoce las reglas.

Todos los psicólogos os dirán que los niños aprenden con el juego : las niñas aprenden a ser relacionándose, los chicos a ser por la acción. Las chicas modifican fácilmente las reglas para que todas las jugadoras encuentren placer estando juntas. Para los chicos, las reglas son sagradas; cada uno debe conocerlas y respetarlas : nada de modificarlas para evitar susceptibilidades de éste o aquel jugador. Y cuando el juego se ha terminado, pasan a otro juego. Es por eso que los hombres en general ponen el acento en el futuro (encontrar un nuevo juego), mucho más que en el pasado (intentar encontrar los errores pasados para no repetirlos o prestar más atención en el futuro)

Juego y masculinidad

Es así que, a lo largo de toda la infancia y la adolescencia, los hombres se inician en el conflicto y la competencia jugando. Según Jacklin et Maccobyo, los hombres aprenden la importancia de la resolución de la disputas y se dotan de competencias en este dominio. Aprenden a jugar, a batirse con sus amigos y con sus enemigos. Sus juegos requieren la coordinación de actividades de numerosos individuos; aprenden así a dirigir, a organizar, a estructurar. Como los juegos se desarrollan principalmente fuera de casa, los hombres aprenden también a separar lo interior de lo exterior. Es así que los hombres están mejor preparados que las mujeres para hacer frente al mundo de los negocios, la vida económica y política, mundo en el cual existen toda suerte de reglas implícitas y donde la competencia está servida.

Trabajo y juego

El aprendizaje por juego de roles (para las chicas) y por juego de reglas (para los chicos) explica porque los hombres y las mujeres no trabajan de la misma manera. Para el hombre, un trabajo de equipo de calidad se expresa con un mínimo de comunicación (directivas, encuentros, síntesis), mientras que la mujer juzga la calidad del equipo por el número de interacciones entre los miembros de éste y el bienestar de cada uno. Los hombres pueden trabajar codo con codo, en silencio, durante largos períodos. Para él, el trabajo a conseguir, el objetivo a alcanzar es más importante que el bienestar físico o emotivo de los miembros del equipo. Los hombres establecen reglas y piden a los miembros del equipo que las respeten, mientras que las mujeres las modifican fácilmente para mejorar la armonía o alcanzar el consenso. Para los hombres, el resultado (ganar la partida) cuenta más que la manera de conseguirlo

Para el hombre, entonces, el trabajo es un juego en el que es necesario conocer la reglas : son los que mejor conocen las reglas, los más competentes son los que ganan. Si hay ganadores, hay evidentemente perdedores. Los perdedores aprenden de sus errores y se dicen que lo harán mejor la próxima vez. En el mundo de los hombres, la palabra error tiene un sinónimo : experiencia. Nada de cuestionar las reglas porque hieran a alguno o por complacer a otro, eso lo haría una mujer. Las reglas están establecidas para facilitar las interrelaciones, salvaguardar al grupo y asegurar la mayor libertad individual para todos. Bien visto, el juego es un asunto muy serio para los hombres, juego del que nadie está exculpado si ignora las reglas, incluso si son tácitas y no escritas. La primera regla de todo juego es entonces que las reglas deben ser tomadas en serio, muy en serio. Y la ignorancia de la regla no exculpa ni él ni ella, incluso si se trata de una regla implícita. Una regla de trabajo muy importante es dejar las emociones de lado, sino se corre el riesgo de acabar mal o muy pronto porque alguna persona no obtiene placer.

Juego y relación hombre-mujer

Si existen tantos conflictos de pareja o guerras de sexos, es debido a la ignorancia de la reglas implícitas utilizadas por el otro sexo. Según Adrienne Mendell, si las mujeres dejan de querer imponer sus propias reglas (variables como su humor) a los hombres y observaran a los hombres para entenderlos, vivirían ciertamente más intimidad con ellos y triunfarían mucho mejor en el mundo de los negocios porque podrían utilizar estas reglas de juego en su provecho. Por otro lado, si los hombres fueran más flexibles en la aplicación y la explicación de sus reglas, habría, seguramente, menos conflictos y menos guerras. Si ellos comprendieran que las mujeres no funcionan con las mismas reglas, vivirían seguramente con más intimidad y complicidad con ellas.

Las mujeres comprenderían también porque el hombre elabora poco su respuesta a la pregunta « Cómo te ha ido hoy en el trabajo, querido? » Mientras que el hombre responderá que todo ha ido bien, esta pregunta llevará a la mujer a contar no sólo lo que ha hecho, sino también lo que no ha tenido tiempo de hacer, lo que los otros han hecho o deberían haber hecho, así como todos los pensamientos que ha tenido a lo largo del día sobre una multitud de cosas. Par el hombre, cuando la jornada ha terminado, de nada vale volver sobre los buenos o malos golpes, más vale preparar la próxima jornada.

Juego e ilusión

A los hombres les gusta jugar, y son ganadores los que mejor conocen las reglas de juego. Los hombres buscan continuamente controlar estas reglas, y desgraciadamente, se hacen ilusiones sobre su capacidad de controlar el juego, como se puede constatar en el juego patológico. Es significativo que la mayoría de los jugadores patológicos sean hombres. Su gusto por el riesgo se transforma, a menudo, en temeridad que los lleva a jugar con la muerte, su muerte. Es también muy significativo que los deportes extremos hayan sido desarrollados por los hombres y sean practicados por hombres. Por otro lado, este gusto por el riesgo
es lo que ha llevado a los hombres a atravesar los mares, a vencer la pesadumbre hasta inventar el avión y el cohete siempre a la búsqueda de nuevas sensaciones provocadas por un nuevo juego


o Résultats rapportés par Adrienne Mendell, Travailler avec les hommes, InterÉditions/Masson, Paris, 1997.

1 comentario:

  1. Anónimo3:28 a. m.

    que tonterias!!
    esto es mentira es como el horoscopo y otras cosas mas, que utilizan el "efecto forer" y crean estereotipoS y paradigmas, que pruebas hay de esto? ninguna, todo lo que aqui dice es creado por la cultura que a impuesto roles distintos a hombres y mujeres que desde que nacen, provoca que el individuo se encamine hacia cierto tipo de actividades, actitudes, gustos, personalidad, etc... segun sea su genero, todo es creado gracias a la cultura, ya sea por la educacion, tanto directa o indirecta, osea lo que a uno le enseñan o le inculcan como debe ser o que debe hacer un hombre y una mujer, o lo que uno ve en la sociedad. Por otra parte esta la presion social sobre que actitudes debe tomar cada persona segun su genero, y todo esto afecta psicologicamente en las personas.

    Lo mismo sucede con las capacidades y habilidades mentales que se han creado una serie de mitos, paradigmas y estereotipos, y todo gracias a esta corriente feminista que se vive hoy en dia, donde muchas veces les inventan ventajas y habilidades a las mujeres, como: "las mujeres pueden hacer mas cosas a la vez, la intuicion femenina, mayor capacidad verbal de las mujeres, las mujeres utilizan ambos hemisferios a la vez" etc... todas estas cosas son nada mas que mitos, muchas veces apoyados por muchos cientificos a base de engaños,y todo mundo cree que es verdad porque son cientificos, como si no existiera la corrupcion en esa area, ademas que los medios de comunicacion aprovechan este tipo de cosas con tal de crear polemica y controversia, para ganar mayor audiencia, aprovechando esta nueva corriente feminista y la liberacion femenina para conseguir mayor rating o ventas ya sea en libros,espacios televisivo, revistas, etc.

    Como bien lo dijo Lenin: "Una mentira repetida muchas veces se vuelve una gran verdad", asi mismo le hizo Hitler para convencer a los alemanes que eran una raza superior a base de bombardear a la sociedad con sus discursos y apoyandose muchas veces de los cientificos para manipular sus mentes, lavandoles el cerebro.

    Esto sucede en la actualidad con toda la propaganda feminista, en todas partes y sus declaraciones a veces un tanto exageradas y no se diga el feminismo radical. Lo malo es que muy pocos hombres se atreven a decir la verdad y hasta se dejan engañar, y creo que tiene mucho que ver toda la presion social que existe en el comportamiento etico y moral con respecto a las mujeres, que muchas veces no se atreven a defender su posicion por miedo a ser acusados como machistas sin razon, solo por no apoyar a las feministas en todo lo que intentan hacer creer, porque ya a la sociedad le tienen bien lavado el cerebro que los mismos hombres aveces son discriminados hasta en television aunque sea en manera de broma y no dicen absolutamente nada, porque? por miedo a ser sojuzgados, en cambio a las mujeres se les permite muchas veces hacer lo que se les venga en gana contra los hombres.


    PARA QUE SE HACEN LOS MENSOS....

    ResponderEliminar