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01 mayo, 2008

De nuevo el género

Elisabeth Badinter en su libro Por mal camino, y a la hora de analizar el nuevo feminismo, el feminismo nacido en los años 80 del siglo pasado, dice en el epígrafe: El concepto de dominación masculina,

“Desde hace treinta años, la dominación masculina es objeto de una batida incesante. Se ve en todas partes: en las instituciones, la vida cotidiana privada o profesional, las relaciones sexuales o el inconsciente. El androcentrismo reina en todas partes y es tanto más temible porque avanza enmascarándose. Como alguno virus, es multiforme. Cuando se le cree exterminado, se reproduce con características diferentes. Según este planteamiento, los hombres nunca han abandonado los privilegios materiales y sexuales que procura la dominación sobre las mujeres.” Pág. 57

Y más adelante:

“Esta división del mundo, esta cosmogonía basada en el género se mantiene vigente y regulada por la violencia: violencia múltiple y variada que va desde la violencia masculina doméstica hasta las violaciones de guerra, pasando por las del trabajo, y que tienden todas a preservar los poderes que se atribuyen colectiva e individualmente a los hombres en detrimento de las mujeres.
Es preciso, pues, luchar contra la dominación masculina como se combate el racismo y el fascismo.”
Pág. 58

Para un poco más abajo expresar su malestar por “la generalización en dos bloques opuestos: la clase de las mujeres y la clase de los hombres.”
“Malestar también por la condena “en bloque” de un sexo que se parece mucho al sexismo. Malestar, en suma, por la voluntad de “reeducar” a los hombres, lo que desempolva recuerdos vergonzantes. El eslogan implícito o explícito de “cambiar al hombre”, más que el de “luchar contra los abusos de ciertos hombres” revela una utopía totalitaria.”
Pág. 61

A fin de cuentas, uno se puede preguntar si la noción simplificadora y unificadora de “dominación masculina” no es un concepto obstáculo. Otro nombre de una alteridad radical serviría para evitar plantear la complejidad, la historicidad y la evolución de la relación entre sexos. Este concepto globalizador, que constriñe a hombres y mujeres en dos campos opuestos, cierra la puerta a toda esperanza de comprender su influencia recíproca y de medir su común pertenencia a la humanidad.” Pág. 62

Todo lo anterior es el sustrato ideológico sobre el que se construye la llamada “perspectiva de género” que está en la base de las leyes de género aprobadas en la pasada legislatura en nuestro país, particularmente la denominada Ley integral contra la violencia de género, de la que ahora mismo se discute por parte de nuestro Tribunal Constitucional y después de varios intentos sin acuerdo, su encaje en nuestra Constitución.


Que no se eluda el debate y se explique abiertamente por qué es tan importante sustituir género por sexo. Si nuestra Constitución habla de “discriminación por razón de sexo” qué es lo que fuerza a este movimiento a sustituir tal expresión por la de género, imponiéndola incluso contra el criterio de la RAE. Desde aquí quiero preguntar ¿Qué encierra de tan importante la expresión género y por qué se pretende ocultar? ¿Será quizá que “por razón de sexo” no excluye el que sea uno u otro el sexo discriminado mientras que el “género” sólo la concibe para uno de ellos?


Por mal camino. Elisabeth Badinter. Alianza editorial. 2004
Elisabeth Badinter es una feminista francesa discípula de Simone de Beauvoir, autora de numerosos libros y una de las principales estudiosas del movimiento feminista.

1 comentario:

  1. Hola.
    Interesante, instructivo y real tu post.
    Gracias por exponerlo a nuestro alcance.
    Me ha gustado leerte, así que seguiré haciéndolo.
    Desde Coruña un biquoño.
    Diana.

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