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17 octubre, 2008

Paradojas de la crisis

De las muchas paradojas de la actual crisis económica, no es la menor que vaya a ser Gordon Brown quien capitanee la formulación de unas nuevas reglas financieras internacionales que sustituyan los acuerdos de Bretton Woods. Y no menos paradoja es que sea justamente porque la iniciativa parte de él que España vaya a formar parte de ese grupo de países que decidirán cómo serán estas nuevas reglas. Creo que sería injusto que así no fuera, España se lo merece por su trayectoria económica, social y política del último medio siglo, pero últimamente no parecía descartable que no fuera esa la posibilidad que se acabara imponiendo.

No deja de sorprenderme la extraña capacidad de un país como el Reino Unido y sus dirigentes para no apartarse del sentido de la historia y ser capaces de estar en cuanto acontecimiento internacional relevante ha habido en los últimos siglos. Un país que aún sigue fundamentando su democracia, la más vieja del mundo, sobre la persona, sobre el individuo, por encima de comunitarismos y géneros y con un sistema que descartando cualquier aventura histórica ha sabido no detenerse y caminar con los tiempos, pegado a la realidad siempre cambiante, pero huyendo de modas y momentos, y construyendo su política y su derecho en base a lo que la experiencia va demostrando que funciona y conviene y descartando la experimentación en el vacío.

Contrasta este éxito con el segundo lugar al que se está viendo relegado Sarkosy, que mucho anunciar a bombo y platillo “una reformulación del capitalismo” (no sé si tal cosa es posible, o existe tal posibilidad), para evidentemente darse de bruces con una realidad en la que la “grandeur” ya no es tanta y en la que hacen falta más que proclamas y palabras altisonantes. Pero parece que es dificil evitar en los mandatarios franceses la tentación de creerse el centro y el ombligo del mundo, los únicos con capacidad para establecer lo que deba ser la civilización. Algo de esto ya sucedió con la votación de la Constitución europea pero no parece que hayan sabido sacar la lección y aprender de los errores.

Sorprende también la capacidad de este país para ir asumiendo su nueva realidad y ser capaz de bajar de primera potencia colonial del mundo, sin entrar en depresión como España, o equivocando los papeles como está haciendo actualmente Francia, a esa realidad de país anglosajón que habita una isla entre Europa y EE.UU. y todo ello sin perder un ápice de su presencia internacional, no siempre afotunada como ha sucedido en la Guerra de Irak. Como no deja de ser una agradable noticia que las Universidades de Cambridge y Oxford, dos de las más antiguas del mundo sigan situadas en una relativa buena posición dentro de las mundo y desde luego en los primeros puestos de las de Europa, en un momento en que Europa precisa más que nunca de ciencia y conocimiento.

En fin me estoy descubriendo a mí mismo como cronista internacional. Espero que no os resulte muy peñazo. Un saludo

1 comentario:

  1. El Pais nunca me decepciona :D

    http://www.elpais.com/articulo/reportajes/primero/caer/elpepusocdmg/20081019elpdmgrep_1/Tes

    En un artículo sobre la crisis en Islandia, me entero de que el problema no es otro que los hombres, su codicia y "una preponderancia desmesurada de testosterona en la toma de decisiones".

    Ahí queda eso.

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