Twittear

23 diciembre, 2008

Educación para la ciudadanía

Continuando con el análisis del texto de Educación para la ciudadanía de Edebé, se me viene a la mente un cartel colgado en un instituto que dice: Si tú nos educas igual seremos iguales, porque el contraste entre ese lema y el contenido del mismo no puede ser mayor.

Sólo por citar algunas cosas llamativas del texto decir que, para ilustrar la tiranía de la moda se ha elegido a un varón culturista, mientras que la imagen que acompaña la asertividad es la de tres chicas: una blanca, una asiática y una negra compartiendo algo que las hace reír mucho; y para ilustrar la belleza se establece una secuencia gráfica que va de la Venus de Villendorf, pasando por el Nacimiento de Venus de Boticelli y la Venus ante el espejo de Rubens para desembocar en la imagen de una modelo actual.

Cuando al hablar de autonomía personal, se desarrolla un proyecto personal es el de Gabriela. Donde se habla de Las habilidades sociales, la imagen que acompaña el texto es de dos chicas muy sonrientes. Sin embargo, cuando se habla de los deberes ciudadanos las fotografías que acompañan el texto son dos: en una, en cuyo pie se puede leer: la Constitución española recoge el deber de contribuir en casos de catástrofe y de defender el medio ambiente, se ve a dos hombres adultos tratando de apagar con unas ramas un incendio forestal; en la otra, dos chicos varones fregando los platos y el siguiente pie: Uno de nuestros deberes es ayudar en las tareas domésticas.

Los únicos derechos tratados con especificidad son los de las mujeres y a este respecto se señalan como incumplimientos la diferencia de oportunidades entre hombres y mujeres, la discriminación salarial y al respecto se dice: “Sigue habiendo discriminación salarial, pues en muchas ocasiones por un mismo trabajo la mujer cobra un salario inferior”, afirmación que, aun poniendo patas para arriba nuestro Estado de derecho, por cuanto supone de reconocimiento del fracaso del principio constitucional de igualdad, de la acción de partidos y sindicatos, por no mencionar la propia inspección de trabajo…. no viene acompañada de ninguna otra explicación más que su mera formulación. La conciliación laboral y familiar figura entre los derechos de las mujeres. Se dan también algunas cifras a modo de flashes como que las mujeres realizando el 67% del trabajo mundial sólo cobran el 10%; o que en España el paro femenino alcanza el 11´04% y el masculino el 6´09% (Aunque el texto es de 2007 esta cifra ahora mismo habría que reconsiderarla ampliamente)

En lo que se refiere a violencia doméstica me remito a lo que al respecto recojo en la entrada anterior. La ficha en la que se aborda el trabajo infantil, el texto se refiere exclusivamente a las niñas africanas a las que sus padres no mandan al colegio porque tienen que ayudar en casa, no hay sin embargo un tratamiento similar para los niños soldado, o el trabajo esclavo de niños. Al hablar de la sociedad de consumo, sin embargo, el bien que se elige para señalar un artículo producido utilizando mano de obra infantil es un balón de fútbol y el siguiente texto ¿Los balones divierten a todo el mundo? Para ilustrar la adicción que pueden provocar las nuevas tecnologías, la imagen que se corresponde con un adolescente varón hablando por teléfono.

Las actividades del tema 3 que es el tema dedicado a los derechos humanos son cinco:
En la primera se plantea un naufragio en la que van 13 personas de muy diferente condición y sexo y se les plantea a los alumnos el interrogante de ¿a quién salvarían? teniendo en cuenta que sólo se dispone de una lancha salvavidas para 5 personas. Las otras cuatro tienen, bien como protagonistas a mujeres, bien desarrollan derechos de las mujeres, de tal modo que lo de “derechos humanos” casi se podía sustituir por derechos de las mujeres.

Cuando se habla de la educación se olvidan todos los datos referidos a nuestro país, donde tanto el fracaso como el abandono escolar son muy superiores para los chicos que para las chicas y, en su lugar, se escogen las cifras a nivel mundial.Por ninguna parte del texto se menciona ni la diferencia en el mapa de ocupaciones entre mujeres y hombres, ni la diferente esperanza de vida para ellos y para ellas, ni por supuesto se menciona la custodia compartida, ni aparece como violencia la siniestralidad laboral a pesar de las 1.000 muertes que anualmente ocasiona, como tampoco se toca el gravísimo problema de la obesidad infantil…

En fin, el análisis que no tiene pretensiones de sistemático ni exhaustivo creo que deja bien a las claras que el tratamiento de lo masculino y lo femenino dista mucho de ser igualitario y desde luego no va en la dirección de superación de los estereotipos de sexo, más bien al contrario. Pero mejor juzgad por vosotros mismos. Se me ocurre, sin embargo una pregunta, ¿existe una común humanidad entre hombres y mujeres, o quizá, se trate de una ilusión?

3 comentarios:

  1. Emilio, he publicado el siguiente comentario en mi blog, sobre la famosa brecha salarial de "genero"...

    Hoy se menciona un nuevo estudio sobre desigualdades de “género” en los periódicos, presentado ayer por la secretaria general de Políticas de Igualdad, Isabel Martínez, en el Instituto de la de la Mujer.

    Se vuelve a hacer mención a la brecha salarial entre hombres y mujeres. Esta brecha salarial suele variar entre estudio y estudio. En periodos de tiempo de un año, llega a ensancharse o estrecharse, según se quieran acentuar progresos o retrocesos en las políticas de “igualdad” que dicta el gobierno. En este estudio se acerca a la cifra más o menos estándar, que desde los años 70, viene utilizándose, sin apenas variación, primero, por colectivos feministas americanos, y luego, miméticamente, por el resto de los europeos: las mujeres ganan un 26,3% menos (siempre suele rondar en torno al 30%, sea el país que realice el estudio e independientemente de su orientación política). Afortunadamente, en estos estudios va desapareciendo la coletilla “por el mismo trabajo”, mentira repetida hasta la saciedad, pero que ni las estadísticas serias ni los juzgados laborales españoles refrendan. Ya el ministro Caldera, en declaraciones realizadas a El Pais, señalo:

    “Pregunta El Pais. Los hombres ganan de media en España un 40% más que las mujeres. ¿Qué hace esta ley para superar esta brecha?

    Respuesta Caldera. En un tiempo prudencial se debe corregir esa disfunción tan abultada. La diferencia se debe más a los puestos que ocupan el hombre y la mujer, que a que haya sueldos distintos para un mismo trabajo. Por el mismo trabajo, hombres y mujeres perciben el mismo salario, el problema radica en que los hombres ocupan los puestos mejor pagados y de mayor responsabilidad. Eso es lo que hay que corregir, favoreciendo el acceso de la mujer a los puestos de responsabilidad y evitando que una mujer tenga abandonar su trabajo por la maternidad. La maternidad es un bien social, es el futuro del país. La ley va orientada a que la mujer puede hacer compatible su maternidad y el empleo.”

    Es curioso que en esta entrevista, realizada en un contexto previo a la promulgación de las leyes “igualitarias”, el entrevistador señala una brecha salarial del 40%. Lo crucial es que Caldera señala que “por el mismo trabajo, hombres y mujeres perciben el mismo salario, el problema radica en que los hombres ocupan los puestos mejor pagados y de mayor responsabilidad.”

    El estudio presentado ayer que la situación de desigualdad salarial es más injusta si cabe, ya que las mujeres hay mayor numero de universitarias que de universitario (por cierto, ¿no le alarma al Instituto de la Mujer el creciente fracaso escolar masculino, el más alto de Europa, con comunidades como la Andaluza, en la que más del 40% de los varones no terminan sus estudios de secundaria?). Según este razonamiento, ¿debe ganar más una licenciada en Psicología que un varón peón albañil de 20 años, que fracasó en los estudios pero optó por un trabajo digno y mejor remunerado que el de psicóloga. Los hombres, señor Caldera, no sólo ganan más por ocupar puestos de responsabilidad, si no porque en muchas de sus profesiones se asumen más riesgos (95% de las muertes en el trabajo son varones) y la menguante fuerza estudiantil masculina, cuando estudia, lo hace en carreras que ofrecen un mejor horizonte profesional que las que optan las mujeres.

    Estoy de acuerdo con el señor Caldera en que la madre trabajadora española debe gozar de las mismas ayudas y respeto de las que gozan las madres suecas o la flexibilidad laboral que permite a las estadounidenses ser las que más puestos directivos acaparan del mundo.

    Sobre el desequilibrio en las tareas domésticas, hablaremos en otro artículo, aunque es interesante lo que estas encuestas consideran tarea doméstica ¿planchar si, llevar el taller al coche no, poner un enchufe no, pasar la aspiradora si?.

    ResponderEliminar
  2. A lo largo de la bitácora toco este tema en varias entradas, una la que lleva por título Diferencias salariales de 30 de marzo de 2007, también en Ecuación de género toco este asunto y remito a una página de Un hombre al azar donde también se aborda el tema, finalmente decirte que Wonkapistas tiene un estudio estadístico con datos del Ministerio de Trabajo según el cual las mujeres entre 16 y 29 ganan más que los hombres,por hora trabajada.

    ResponderEliminar
  3. Emilio, conocía ese estudio del Ministerio de Trabajo, que se correlaciona con estudios semejantes realizados en EEUU y que señalan esa brecha salarial por hora trabajada favorable a las mujeres en ese rango de edad. También, las mujeres solteras ganan más que los hombres solteros.

    ResponderEliminar