Twittear

23 abril, 2018

NOSOTRAS



Delante de un cartel que pone NOSOTRAS: Pablo Iglesias, Iñigo Errejón y Ramón Espinar comunican a la opinión pública que han llegado a un acuerdo para la candidatura de Madrid. Desde sus propias filas la mujer que encabeza la corriente anticapitalista Lorena Ruíz-Huerta, quien se ha negado a participar en el acuerdo, lo califica de patriarcal. También desde algunos medios las críticas son de lo más áspero. Gabriela Cañas titula su artículo en El País: Los machos alfa se alían en Madrid. Con el siguiente subtítulo: Iglesias, Errejón y Espinar se unen contra Carolina Bescansa y presentan una lista masculina en la que prometen incorporar a una mujer. Sería interesante preguntar a esta señora qué entiende por “hechos alternativos”.

Gabriela Cañas olvida, o pretende que olvidemos nosotros,  que en el origen de todo se sitúa el hecho importante de que después de que Iñigo Errejón le hubiera ofrecido el puesto número dos en la candidatura de Madrid, Carolina Bescansa hubiera intentado lo que desde sus propias filas califican de conspiración contra Pablo Iglesias, operación en la que habiendo de todo casi nada es bonito. Tampoco las mentiras con las que trató de tapar su operación. Pero al parecer nada de eso tiene ninguna relevancia para la articulista quien a lo largo del artículo reparte estopa sin consideración contra todo lo que huela a hombre y presentando la testosterona como el agente más tóxico.

Me ha coincidido también ver algunos momentos de la entrevista de Ana Pastor a Iñigo Errejón del domingo 22. En ella Iñigo explicó que le parece excesivo el calificativo de patriarcal de su compañera de la corriente anticapitalista pero tuvo verdaderas dificultades para explicar lo desafortunado de la foto de los tres con el lema NOSOTRAS a sus espaldas. En su defensa adujo que los hombres también estaban allí para aprender y que feminismo no es solo colocar mujeres al frente de las listas electorales, añadiendo que sus listas son de rigurosa cremallera. Y no perdió ocasión de mentar a Manuela Carmena y Ada Colau como las grandes renovadoras de la política.

Momento que aprovechó Ana Pastor para preguntar si “los inscritos y las inscritas” podían alterar el orden de la lista, a lo que Iñigo dijo que sí en el sentido de que pueden mejorar posición las mujeres no los hombres, con la frase en Podemos las mujeres siempre ganan. ¡Más adelante Iñigo habló de su candidatura como meritocrática! En fin, que se me hace difícil entender cualquier cosa, pero más que nada que dos mujeres feministas al mismo tiempo que les reprochan a los hombres hablar en nombre de las mujeres, incurran en la contradicción de ser a ellos a quienes interpelen y se dirijan para que les expliquen por qué las mujeres no están más arriba y si acaso tendrá algo que ver con sus propuestas.

Un poco lo que sucedió en la Gala de los Goya, donde a los presentadores les llovieron las críticas por varones en una gala que se decía a favor de las mujeres, ocultando que previamente se les había ofrecido presentarla a tres mujeres que lo rechazaron. Por supuesto nos quedaremos con las ganas de que Ana Pastor a quien pregunte por la posición de las mujeres sea a Carolina Bescansa o Tania Sánchez, y a Gabriela Cañas explicándonos las virtudes que encuentra en la estrategia seguida por Bescansa. Y dado que según ella lo decisivo de una política es si se puede calificar de nueva o vieja, hasta qué punto los “nuevos” métodos de Carolina Bescansa le parecen garantía de futuro y signo de la mejor política.

Con lo que vengo a concluir que aquello del “género” presentado como no sé sabe muy bien qué sofisticado concepto cultural, llegado el momento se resuelve por el milenario procedimiento de saber si se trata de chico o chica. También que la ética feminista más allá de cualquier otra consideración está en ver quién ha ganado o perdido y si acaso quién ha perdido es mujer, aunque hubiera sido por torpeza propia, cargar fuertemente contra la testosterona, los machos alfa, los acuerdos de caballeros y el patriarcado que no ha entendido que de lo que se trata es del borrado de lo masculino y la definitiva proclamación de lo femenino como el alfa y el omega de lo que resta de eternidad.


2 comentarios:

  1. Anónimo9:23 p. m.

    Sin olvidar que ellos fueron los primeros impulsores de PODEMOS y ellas son y han sido absoluta minoría tanto entre sus votantes como entre sus inscritos e inscritas

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En una entrada de hace ya algún tiempo señalaba yo eso mismo. En cualquier caso la posición de esta gente me parece patética: imponiendo a la sociedad lo que ellos mismos no son capaces de cumplir en su organización. Tienen la consistencia ideológica de una croqueta, que cuando estorba se zampan y asunto concluido.

      Eliminar